Esta mañana he comenzado el curso en el IPC de Exeter, una academia ubicada en un edificio de hace 200 años pero en su interior no se nota para nada, con clases confortables y bien equipadas.
Por ser el primer día el padre de la familia en la que estoy me ha llevado en coche y he podido conocer y ver por primera vez una figura del voluntariado típica de las zonas residenciales británicas llamada Lollipop que no conocía. Es bonito ver como personas jubiladas ayudan cada mañana a los niños que van al cole a cruzar las calles.
Al llegar a la academia me he llevado una grata sorpresa:de unos 60 estudiantes sólo hay una española conmigo, de hecho en mi curso están cuatro profesores de Polonia, una de Grecia, una de Austria y una de Hungría.
Mi profesor es fantástico, con gran experiencia y muy sensible a las expectativas que traemos para este curso.
Concluida la mañana a la 13:30 nos han llevado a conocer la ciudad de Exeter, concretamente la catedral y todo el centro.
También se han preocupado mucho de enseñarnos dónde coger cada uno, en función de donde vivimos, los autobuses correspondientes para ir cada día a la academia; no obstante yo he decidido hacer el camino a pie.
Me ha sorprendido conocer ruinas de edificios destruidos durante los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial. De hecho gran parte de la ciudad fue destruida.
Seguro que mañana también será un gran día.
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